«Han pasado ya ocho años desde que publiqué la Carta
encíclica Laudato si, cuando quise compartir con todos
ustedes, hermanas y hermanos de nuestro sufrido planeta,
mis más sentidas preocupaciones sobre el cuidado de
la casa común. Pero con el paso del tiempo advierto que
no tenemos reacciones suficientes mientras el mundo
que nos acoge se va desmoronando y quizás acercándose
a un punto de quiebre [...].
La reflexión y la información que podemos recoger de
estos últimos ocho años, nos permite precisar y completar
lo que podíamos afirmar tiempo atrás. Por esta
razón, y porque la situación se vuelve más imperiosa
todavía, he querido compartir con ustedes estas páginas
» (Francisco).