En este breve libro se trata, en palabras del autor, de "establecer, de manera paradigmática, algunos rasgos fundamentales del problema en dos grandes figuras, Orígenes y Agustín". Con el conocimiento de los padres que caracteriza a Benedicto XVI y la profundidad de su análisis, detalla la discusión en sus comienzos, poniéndola en su contexto tanto dentro del Magisterio de la Iglesia como respecto a las filosofías del momento, por ejemplo el Gnosticismo, el trasfondo histórico de la Antigüedad y las nociones bíblicas pertinentes.