¿Es posible seguir viendo belleza cuando todo a nuestro alrededor se desmorona?
Sarajevo, primavera de 1992. En una ciudad en la que se empiezan a oír
tambores de guerra, Zora cruza cada mañana un puente para seguir con sus
clases en la Academia de Bellas Artes y para encerrarse después en su estudio.
Allí la espera otro puente, un enorme lienzo en el que ha trabajado los últimos
meses mientras la ciudad se vestía de barricadas y los jóvenes, de soldados. Su
marido, su madre y su hija están a salvo, en el Reino Unido, y ella cree que las
hostilidades no durarán más de un par de semanas. Pero cuando la violencia
finalmente llega, se ve atrapada en una ciudad sitiada. Todo lo que ama -los
paisajes vespertinos, la alegría de las calles, los colores, las colinas, todo- se
transforma, y una tormenta de cenizas negras cubre los tejados mientras Zora
y los que, como ella, se han quedado atrás deben hacer frente a un mundo que
se desintegra en un intento de no perder la humanidad.