El autor de este libro nos invita a detenernos en las distintas horas del día: la mañana, el día, la tarde y la noche. En cada una de ellas no se identifica principalmente el tiempo cronológico, sino lo que evocan en nosotros esos momentos cotidianos: un actitud, un sentimiento, una preocupación, una alegría, un deseo. Y todo ello al compás de distintos textos evangélicos, para dejarnos conquistar e iluminar por la Palabra, para que el tiempo, la gracia, las oportunidades que se nos ofrecen en nuestro caminar cotidiano, formen tembién parte de las horas de cada uno de nuestros días.