Primera edición en español del texto original francés preparado por las primeras hermanas del Primer Monasterio de la Visitación de Santa María de Madrid.
San Francisco de Sales (1567-1622), Obispo y Doctor de la Iglesia, es conocido por su vida santa y por sus sabias obras. Es un sabio y un santo también en nuestros días. Fue conocido y solicitado por muchos y gozó de gran fama en el mundo de los siglos XVI y XVII por su Introducción a la vida devota, dirigida a personas seglares con una rica serie de orientaciones que invitaban a la santidad cristiana en todos los lugares de la vida, o condiciones sociales de todo tipo de personas. Su mensaje de santidad para todos supuso una innovación en la Iglesia reiterado por el Concilio Vaticano II y sigue urgiendo a la Iglesia del siglo XXI.
También san Francisco de Sales amaba la vida religiosa y trató, orientó, restauró y ayudó a muchas Órdenes existentes en su tiempo que habían decaído o se habían relajado, por lo que a lo largo de todas sus cartas y demás escritos son frecuentes y abundantes sus enseñanzas y orientaciones para esa vida de especial consagración al Señor, como privilegiado camino para alcanzar la santidad. Y no sólo ayudó a las Órdenes ya existentes, sino que, inspirado por el Espíritu Santo, estableció una nueva manera de vivir la vida religiosa de total consagración «para dar a Dios Hijas de oración, tan interiores que sean encontradas dignas de adorarlo en espíritu y en verdad». Así, en 1610, fundó a Orden de la Visitación de Santa María junto a santa Juana Francisca de Frémyot, baronesa viuda de Chantal.