EL AUTOR RECURRE A ESCENAS BIBLICAS Y EVANGELICAS PARA ILUSTRAR LA IMPORTANCIA DEL SILENCIO COMO REQUISITO INDISPENSABLE DEL ENCUENTRO DE UNO CONSIGO MISMO, EN EL QUE EL SILENCIO SERIA EL SENDERO REAL.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información