Según una extendida y consolidada tradición, la exposición de la fe que hemos de creer, vivir y anunciar se articula en torno a cuatro ejes: el Credo bautismal (el Símbolo); los siete sacramentos; una vida en obediencia a Dios (los Mandamientos) y la oración (el Padrenuestro). Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe hacer propio. Esto es lo que persigue la presente introducción al Misterio cristiano, escrita con la finalidad de abrir cada vez más a los corazones la "puerta de la fe" (Hechos de los Apóstoles 14,27).