Este ensayo aborda de un modo sutil e inesperado los «infinitivos esenciales» del ser humano: vivir, pensar y amar. Y constituye, sin duda, una valiosa aportación filosófica, desarrollada a partir del concepto de «repliegue del sentir». El estilo singular del autor va calando serena pero tenazmente, como una fina lluvia, proponiéndonos un revelador itinerario a través de páginas dedicadas a la conmoción, el deseo, la creación, la amistad, la revolución y el agradecimiento.
Y desde el comienzo nos anticipa lo más nuclear: «Aquí, en las afueras, la génesis y la degeneración, la vida y la muerte, lo humano y lo inhumanoya que sólo el humano puede ser inhumano, la proximidad y la indiferencia. Aquí, en las afueras, el mal es muy profundo, pero la bondad todavía lo es más. Aquí, en las afueras, nada tiene más sentido que el amparo y la generosidad. Aquí, en las afueras, no sólo vivimos, sino que somos capaces de vida».