La música y el canto no son un simple adorno en las celebraciones cristianas. Son un elemento básico para vivir más profundamente nuestra experiencia de Dios y nuestra como comunidad reunida. Por ello será tan importante que nuestros cantos y nuestra música expresa de verdad contenidos y sentimientos que fortalezcan nuestra fe, hagan penetrar el Evangelio en nuestro interior, y estimulen nuestra vida cristiana.