Todo comenzó un lunes por la mañana, cuando mi padre, el famoso arqueólogo James Callender, nos dijo:
- Niños, ¡nos vamos a Egipto!.
Los hermanos Callender: Laurie, Joseph y Elizabeth, no se creen lo que les cuentan si no lo ven por sí mismos, tienen una enorme curiosidad y un gran espíritu de aventura.
Al llegar a El Cairo, conocen a un muchacho de su edad, Ahmed, que vive con la única compañia de su mono Toht, y se ven envueltos en una increíble aventura que los unirá para siempre.