La devoción a la Virgen no debe reducirse a pura sensibilidad, olvidándonos de lo más grande de María: su obediencia al Plan de Dios, aunque no lo entendía cuando el Angel se lo propuso: "¿Cómo va a ser eso, si no 'conozco' varón?". Estas páginas no solo son de recomendable lectura en el mes de mayo o en el Adviento, tiempos propios de la devoción a María, sino en cualquier otro momento del año están pensadas para ser leídas de un tirón, sino para ir capítulo a capítulo, página a página, para así poder reflexionarlas suficientemente, entender y sentir su significado; solo así se podrá reflejar, en el mismo libro o en un cuaderno, lo que cada lector entiende que Jesús y su madre le han dicho.