No solo el turista chino que viene a Europa por primera vez, o el inmigrante del Bangladesh que vende gafas delante de la estación, sino muchos católicos que practican poco la vida de la Iglesia y hablan de ella solo en los términos de los periódicos, ignoran totalmente las experiencias y vivencias concretas y los aspectos más verdaderos de la vida ordinaria de esa Iglesia a la que dicen pertenecer.