Nicole Krauss ha escrito una nueva aproximación al insondable tema del amor, la memoria y la pérdida, una historia que llevará al lector a lo largo de un viaje lleno de pasión y melancolía, desde Nueva York a Jerusalén, de Londres a Budapest, y desde los años cuarenta hasta nuestros días. El insólito protagonista es un viejo escritorio que pudo haber pertenecido a Federico García Lorca y que se vuelve un objeto de fascinación o repulsión para aquellos que conviven con él. El imponente mueble, uno de cuyos diecinueve cajones está permanentemente cerrado, se torna así el hilo conductor entre los distintos ámbitos donde se desarrolla la novela.