VILLASANTE, ROBERTO (SJ) / MEYNARD, THIERRY (SJ)
En la segunda mitad del siglo XVI, tras las fracasadas
experiencias evangelizadoras en China,
la Monarquía Católica de Felipe II, el Papado y la
propia Compañía de Jesús se encontraban ante
un complejo debate: ¿mantener la línea evangelizadora
iniciada en China o apostar por una línea
evangelizadora más agresiva legitimada en base
al «Derecho de conquista»? Así, varios destacados
misioneros jesuitas en Asia, con el apoyo
de sus superiores, se esforzaron por convencer
a la Corona y a la Iglesia de las bondades del
acercamiento político y cultural con el Imperio
Ming como paso previo a la evangelización. En
este contexto, el jesuita Michele Ruggieri, gran
conocedor de la lengua china, realizó la primera
traducción al español de las obras de Confucio
por encargo del propio Felipe II, dando como
resultado una obra que tendió nuevos puentes
filosóficos y culturales entre Occidente y Oriente.