Mirad susurró Lirón, y todos siguieron su patita con la vista.
De repente algo centelleó en la superficie negroazulada del lago, y vieron el reflejo de una estrella que brilló como una piedra preciosa tras una ondulación en
el agua. Fueron apareciendo cada vez más destellos, hasta que finalmente todo el lago resplandeció como en un cuento de hadas bello y misterioso.