A lo largo de la historia, la forma canónica del matrimonio se ha configurado como un instrumento de certeza jurídica y de protección de la verdad del matrimonio así como su intrínseca dimensión socio-eclesial. No obstante, es conocida la tensión que se ha generado entre el derecho fundamental a casarse y la exigencia de la forma ad validitatem, como se ha puesto de manifiesto con la promulgación del Motu Proprio Omnium in mentem.
Esta obra resulta de particular interés porque lleva a cabo un acercamiento a este instituto desde una clave crítica, señalando tanto las ventajas de la forma ad valorem como sus límites, y situando las funciones de la forma canónica, especialmente su dimensión de servicio diakonia, en el contexto de la entera realidad matrimonial. Elabora de modo detallado una propuesta legislativa, la exigencia de la forma ad liceitatem , con la intención de hacer reflexionar sobre una cuestión de justicia intraeclesial: la de conciliar la protección del ius connubii con las legítimas exigencias de seguridad jurídica.