Desde el Concilio Vaticano II, el magisterio de la Iglesia ha dedicado su atención con interés
creciente a la llamada «vía de la belleza» como camino de testimonio de la fe y de la nueva
evangelización, junto a los recursos tradicionales de la enseñanza de la verdad y de la
bondad. Al mismo tiempo, se ha desarrollado, con el bagaje adecuado que ha proporcionado
la reciente estética teológica, un conjunto de estudios que analizan este territorio nuevo de
conjunción entre la belleza y la teología, que abarca todas las épocas del cristianismo y las
variadas esferas de expresión artística. El presente libro ofrece una serie de trabajos sobre
esta novedosa materia desde la perspectiva de la mariología, ya que la Virgen María es una
gran inspiradora del arte en sus diferentes campos, como la literatura, la música o la pintura.