En este libro señala el autor comparto lo que me hace feliz, lo que da sentido a mi existencia y espero
que a todos los lectores: la buena noticia de que Dios ha mandado al mundo a su Hijo Jesucristo para
salvarme y que ha enviado a mi corazón el Espíritu Santo que me convierte en hijo suyo. El autor se
centra solo en lo esencial, sin alargarse en cuestiones secundarias, a la hora de hablar de los contenidos
del Credo, explicando con palabras sencillas cada una de sus afirmaciones. Acompaña todos los
apartados de poesías, oraciones, citas del Catecismo y preguntas para la reflexión personal. También
incluye un apéndice sobre la fe en san Juan de la Cruz y el comentario a uno de sus poemas.