La vida de Judas está ligada a la vida de Jesús, o mejor, a su muerte, pues sus actos desencadenaron todos los acontecimientos de la crucifixión. Quizá por eso resulta, dentro y fuera del mundo cristiano, un personaje tan inquietante como fascinante, que ha suscitado en las artes y en la literatura multitud de imágenes de Judas como una figura casi diabólica, pero también, más recientemente, como víctima y mártir. En esta obra, el autor ha puesto los ojos en Judas, analizando su historia, su comportamiento y las palabras que Jesús dice sobre él en el Nuevo Testamento, y repasando las palabras que los santos han dedicado a su figura. Con ello, y despojando su figura de los excesos con que muchas veces ha sido tratado exceso de demonización, de banalización y de idealización, nos ofrece las lecciones que podemos extraer de un drama que «no hace más que levantar una pequeña esquina del velo sobre el misterio de la libertad desviada».