Una biografía que nos acerca al apóstol de Andalucía, patrono del clero español, sabio director espiritual, predicador incansable... Todos estos son títulos, y bien merecidos, que se asocian a la admirable y ejemplar figura de san Juan de Avila. Sin embargo, ninguno identifica tanto a nuestro santo como el de Maestro. San Juan de Avila fue buen maestro porque antes aprendió a ser un fiel discípulo de Jesucristo. Repetía continuamente que sólo se puede habl ar de Dios si antes se ha hablado con El. Después, se acercaba a la hi storia y situación de los hombres y ponía en ellos la levadura del Eva ngelio. Por ello figura entre los grandes evangelizadores de la histor ia de la Iglesia española, a a espera de ser declarado oficialmente doctor de la Iglesia. Gracias a este libro podemos conocer un poco mejor las fuentes de la e spiritualidad y la ejecutoria eclesial, evangelizadora y humana de est a personalidad ciertamente singular que es el maestro Avila.