Jacinto Benavente gozaba de una popularidad social extraordinaria cuando, en junio de 1912, la Real Academia Española concedió a Los intereses creados el Premio Espinosa y Cortina y, en octubre, lo eligió académico de número.
Ambos reconocimientos desencadenaron una vorágine conmemorativa nacional sin parangón. Ni siquiera al obtener el Premio Nobel de Literatura (1922) volvió a ser celebrado, aclamado y vindicado como entonces. Según afirmó La Época, se vivió «la apoteosis de Benavente».
A través de una historia crítica y rigurosamente documentada este libro reconstruye lo ocurrido durante esos meses: la cristalización de Benavente en gloria y celebridad nacional para la opinión pública, la vivencia social de las artes y la cultura nacional española, que el escritor encarnó como su mejor y más convincente expresión, apreciada a la altura de los maestros antiguos.
El estudio de la figura de Jacinto Benavente como plenitud española nos acerca a la realidad y la circunstancia de la España de la Restauración al franquismo.