Desde muy joven, san Juan Pablo Il experimentó la gran fuerza
transformadora de las manifestaciones culturales y artísticas, y el
poder de los medios de comunicación. A través de la cultura la
persona humana deja su impronta en el entorno en el que vive, lo
humaniza. Por eso mismo, una vez llamado a la Sede de Pedro,
asumió el reto planteado por el Concilio Vaticano II de solventar la
ruptura entre fe y cultura que la modernidad había traído consigo y
lo convirtió en uno de los temas principales de su pontificado. Con
el fin de reparar esta brecha, san Juan Pablo II propone la vuelta a
un humanismo cristocéntrico, que permite afrontar la ética de la
cultura, del arte y de la comunicación desde una adecuada
antropologia, a través de la búsqueda de la verdad, el bien y la
belleza. Este libro recoge el magisterio de este santo Papa en estos
"nuevos areópagos" (cultura, arte y comunicación), desvelando las
claves antropológicas y teológicas que lo sustentan, y aportando
unas ideas que continúan sirviendo de inspiración para quienes se
dedican a estos ámbitos hoy día.