Los tres ámbitos que definen la naturaleza humana: la razón, la voluntad y el sentimiento, tienen el mismo valor axiológico y ontológico. Al no haber ninguna esfera superior a las otras, todas resultan imprescindibles para acceder a la complejidad de la vida humana sin manipularla.
La filosofía tiene la alta misión de responder a la pregunta sobre el fin de la existencia humana concreta. Así, el filósofo es aquel capaz de relacionar los procesos epistemológicos, socio-políticos y artístico-creativos que definen el territorio donde la verdad se cruza con el bien y la belleza.
Soloviov buscó una síntesis entre ciencia, filosofía y religión con el fin último de establecer una unidad en la vida que incluye la vida social y política.