En este libro se realiza un análisis, tanto temático como formal, de las novelas y cuentos publicados por Concha Espina entre 1936 y 1939.
El libro se detiene con especial énfasis en Retaguardia. Imágenes de vivos y muertos (1937), el texto más logrado del conjunto, y rescata otros ya olvidados como Las alas invencibles (1938) o Luna roja (1939).
En su ensayo, Marta Olivas aborda también cuestiones transversales a toda la producción de la célebre escritora cántabra durante este período, como el viraje en el tratamiento del personaje femenino, el acercamiento a los postulados del falangismo, la importancia de la religión o la huella que dejaron en su ficción las vivencias del primer año de guerra en su casa de Mazcuerras.