La palabra "herejía" tiene muchos significados: no es simplemente la negación de una verdadad de fe, sino que puede significar diversidad de opiniones y, en este sentido, san Pablo la considera positiva. Pero puede aludir también a un desenfoque inconsciente en la comprensión de una verdad de fe que, a la larga, acabaría desfigurándola. Es en este sentido de herejía "latente" como es usada en este libro: porque esos desenfoques inconscientes pueden crecer con el paso del tiempo y la acumulación del polvo de la historia, llegando a desfigurar el cristianismo.