Se forma como artista en Roma, París y Londres, donde reside entre 1906 y 1910. Su formación academicista, el conocimiento del impresionismo y de los movimientos artísticos de comienzos del siglo XX hacen de su obra una interesante muestra donde se conjugan tradición, modernidad y vanguardia. Abarcó casi todos los géneros: retratos, diseños de vestuarios y escenografías, carteles, cerámica,... pero es el paisaje donde se aprecia su peculiar empleo del color, denominado "cromatismo bacarisiano"]