Frankenstein es el paradigma de novela gótica creada como respuesta a la necesidad de adaptación del viejo mito griego a las modernas realidades científicas y literarias que el incipiente siglo XIX exigía a un grupo de escogidos creadores. La historia inventada por Mary Shelley nos cuenta cómo, a finales del siglo XVIiI, un estudiante de medicina suizo, Víctor Frankenstein, crea una abominable criatura a partir de los restos de cadáveres. El nuevo ser, rechazado por la gente, abatido por la melancolía y sumido en la más cruel de las soledades, degenera en un brutal monstruo que amarga la vida de su creador.
En Frankenstein se decantan las posibilidades narrativas que ofrecía la antigua polémica sobre la construcción de autómatas, asunto tópico entre los científicos que disputaban sobre las razones éticas del saber. En la novela de Shelley, el doctor Frankenstein un nuevo Pigmalión termina dominado por su criatura y, con su invención, da forma literaria a uno de los mitos modernos con mayor raigambre popular. Cuando me aproximé a la ciudad sin nombre, comprendí que estaba maldita. Recorría un valle terrible y reseco a la luz de la luna, y la vislumbré a lo lejos, resaltando de forma increíble sobre la arena, tal como los miembros de un cadáver podrían sobresalir de una tumba poco profunda.