Con diligencia y una pluma ágil, Sor María Victoria nos brinda un valioso
regalo al traer a la luz a un místico y poeta franciscano de nuestros tiempos.
Aquí encontramos la frescura de la miel del panal franciscano, extraída con
delicadeza y maestría por lo que sus amigos llaman «Teóloga de la
Belleza». Se dice que «El cristiano del siglo XXI será místico o no será». La
autora ilumina este camino al abrirnos la intimidad del maestro franciscano
que ha experimentado a Dios y ha sabido comunicar esta experiencia de
manera universal.
Fraididio se asemeja a Francisco de Asís, adopta a Clara como guardiana,
se identifica con Juan de la Cruz y, como Pedro de Alcántara, escribe cartas
a merced de Jesús como un poeta inspirado. Como místico, enciende la
llama de la espiritualidad. Con delicadeza, la autora traza la semblanza y
descifra la mística de Fray Victorino a partir de sus propias escrituras, cartas
y notas íntimas. Lo auténtico perdura y su sabor deleita, nutre y sana como
la miel.