Manuel Fraga fue uno de los políticos más emblemáticos de nuestro siglo XX. El fundador de Alianza Popular ya era catedrático a los veinteséis años y a los treinta y nueve ministro de Franco. Por su juventud y formación, supuso un aire de renovación y una esperanza de apertura en la dictadura. Protagonista destacado del tardofranquismo, también fue ministro del gobierno de Arias y su importancia en la Transición española resulta inestimable. Pero su carrera política también pasó por momentos menos gloriosos, como su apoyo al cierre del diario Madrid, el baño en Palomares tras el accidente nuclear más grave de nuestro país o la justificación de la ejecución de Julián Grimau. A mediados de los ochenta dio paso a gente más joven y menos asociada al franquismo, refundó su partido en 1989 bajo el nombre de Partido Popular y otorgó su presidencia a José María Aznar. Lejos de retirarse, Fraga volvió a su tierra natal, Galicia, donde ganó las elecciones de 1990 y gobernó hasta 2005.