El propósito de este libro es describir filosóficamente a la persona humana, aclarando lo que significa estar implicado en la verdad. Esta no se alcanza simplemente por medio del pensamiento "racional" entendido solo como cálculo e inferencia, sino que han de implicarse todas las formas del entendimiento, incluidas las que van más allá del lenguaje. Además, conocer la verdad no consiste en una recepción pasiva, sino en un quehacer. De ahí que Sokolowski introduzca, como sinónimo de "persona humana" y paráfrasis de "animal racional", la expresión "agente de la verdad".