Durante los primeros meses de vida, el bebé aprende a través de los sentidos, por eso es tan importante hablarle y cantarle para desarrollar el sentido del oído, o acariciarle y abrazarle para trabajar el tacto. Su sentido de la vista al nacer tiene tan solo un 5% de la capacidad de un adulto, por lo que es muy aconsejable la estimulación visual temprana a través de libros y fichas de figuras de alto contraste en blanco y negro.