"Yo no concibo que ningún hombre, el cual aspire a henchir su espíritu
indefinidamente, pueda renunciar sin dolor al mundo de lo religioso; a mí, al
menos, me produce enorme pesar sentirme excluido de la participación en ese
mundo. Porque hay un sentido religioso como hay un sentido estético y un
sentido del olfato, del tacto, de la visiónª (J. Ortega y Gasset)