La intransigencia en moral, política o religión tiene una larga historia, pero actualmente ha adquirido acentos nuevos. A pesar de todos los tópicos sobre el relativismo actual, no cesa de dejar su marca, especialmente en la Iglesia católica. ¿Por qué? ¿Cómo explicar la mala fama de la idea de compromiso, cuando toda vida humana es una negociación permanente con principios, normas y valores? Estos son los interrogantes planteados en este libro, que afectan por igual y a la vez a los ámbitos de la religión, la política, la moral y la cultura.