Emilia Fernández es la primera gitana beatificada por la
Iglesia Católica. Nacida en Tíjola en 1914, hija de un jornalero,
vivió en una cueva toda su vida. Aprendió a trabajar
la estameña, siendo conocida pronto como «La canastera».
Era alta, guapa y alegre. Juan Cortés, su futuro esposo, fue
declarado prófugo en 1936. A comienzos de 1938, Emilia y
Juan se casaron por el rito gitano y Emilia quedó embarazada.
Fueron detenidos y llevados a Almería, cada uno a una
prisión distinta.
En la cárcel se convierte y aprende a rezar el rosario. Por
no querer delatar a quien se lo había enseñado, es recluida
en una celda de aislamiento donde, en enero de 1939, da a luz
una niña y dos semanas más tarde fallece.
Emilia «La canastera» es, desde este año 2017, mártir del
Rosario. Una gitana trabajadora, alegre, piadosa, leal y buena
madre. Un ejemplo de que nunca es tarde para volverse a
Dios y que Él llama a todos los pueblos.