En una época como la nuestra, dominada por el ruido, la prisa y la desconexión, esta obra nos invita a emprender un viaje hacia lo esencial: el arte de preguntarse. Más que un ensayo, es una llamada a detenerse, mirar hacia dentro y reconciliarse con ese yo del que tantas veces intentamos huir. Porque buscar no es solo acumular respuestas, sino aprender a formular preguntas con sentido, abrazar el silencio y vivir con atención. A lo largo de estas páginas, y estableciendo una gradación de siete niveles o arquetipos de buscador el turista, el aventurero, el explorador, el peregrino, el discípulo, el maestro y sabio o santo el autor acompaña al lector en un proceso de interiorización, animándolo a escuchar sus propias preguntas y a descubrir en ellas el rumbo capaz de dar significado a la vida.