Una fascinante historia familiar. Pero qué familia? La madre de la autora fue
la última novia del poeta ruso Maiakovski. Luego se casó con un vizconde
francés llamado Bertrand du Plessix, el padre de Francine. Tras la muerte de
éste se enamoró de Alexander Liberman, hijo de un rico judío ruso. Un año
después de la ocupación de París por los nazis, huyeron a Nueva York con la
joven Francine. Allí, los sombreros que Tatiana diseñaba se convirtieron en
un icono de moda y Alexander se convertiría en director de la revista Vogue.
Juntos llegaron a la cima de la alta sociedad de su época. A sus fiestas acudían
sus amigos Marlene Dietrich, Salvador Dalí, Claudette Colbert,
Christian Dior, Greta Garbo o Coco Chanel. Éste es el retrato, con luces
y sombras, de una familia fuera de lo común.