Más de treinta años después de la publicación de la mítica Tuareg, Alberto Vázquez-Figueroa vuelve a tratar el tema que mejor conoce y domina: el desierto, la vida de los tuaregs, con los que convivió 16 años, y la guerra que allí se está librando. Una novela con garra, una historia bien contada, descripciones de calidad y una complejidad argumental que no conocíamos en sus novelas desde hace tiempo.