Manuel G. Ponce, autor de Cosas de
Sevilla, nos vuelve a sorprender una vez
más con esta obra, la cual es una rica
fuente de información para todos aquellos
lectores, amantes de la historia de la
Ciudad Hispalense.
En estas páginas, descubrirán una Sevilla
de finales del siglo XVI. Donde la ciudad,
se llena de gente de muy diversas
nacionalidades, el oro y la plata circulaba
con fluidez, por el hecho de ser puerto de
Indias. Esta situación, provocaba que
existiera una gran colonia de comerciantes
y mercaderes venidos de fuera, que
convivían con las tres culturas existentes
en la ciudad, los cristianos, los moriscos, y
los judíos conversos.
La aparición de un pergamino, manuscrito
por Samuel Ha-Leví Abulafia, tesorero
que fue del Rey Pedro I de Castilla, lleva a
la búsqueda de su legendario y cuantioso
tesoro, oculto en las entrañas de la judería
sevillana.
Como telón de fondo, el despiadado
Tribunal del Santo Oficio, del que se narra
las horribles torturas, Autos de Fe, y sus
rigurosas sentencias, todo ello dentro de la
más estricta fidelidad en los hechos.