¿Qué es la confesión? Esta pregunta, en apariencia sencilla, sólo puede responderse correctamente de manera interdisciplinar, teniendo en cuenta a la vez las perspectivas teológica, litúrgica y pastoral. El lector está invitado a redescubrir la riqueza de sentidos que atesora el término "confesión", que no puede reducirse a la confesión de los pecados, sino que debe remitirse en primer lugar a Dios, pues al confesar sus infidelidades, el hombre confiesa ante todo al Señor siempre fiel.