En esta obra de juventud, Derrida presenta el verdadero programa de su filosofía y de su escritura. Al acercarse hoy a sus páginas, el lector puede también recuperar algunos de los rasgos esenciales del fecundo e influyente panorama filosófico francés de mediados del siglo XX, donde figuras como Levinas, Sartre, Merleau-Ponty o Tran Duc Thao desarrollaron su pensamiento fenomenológico más característico.