La Verdad no es una teoría abstracta en la cabeza de unos pocos individuos,
sino el suelo sobre el cual todos encuentran estabilidad y fuerza, y la fuente en
la que todos pueden saciar su sed de Dios y de vida eterna (Jn 4,14). Lo
católico no es el resultado de mayorías fortuitas en sínodos ni de las ideas
personales del Papa o de los obispos. El Magisterio está sujeto a la ley moral
natural, así como a la revelación que concluyó con Cristo y los apóstoles, a las
decisiones dogmáticas de los concilios ecuménicos y a las declaraciones ex
cátedra del Papa. En los capítulos de este libro, sobre la indisolubilidad del
matrimonio, sobre la validez de la Humanae Vitae, sobre la singularidad de la
Iglesia, sobre el ecumenismo, sobre el desarrollo de la doctrina que excluye
cualquier cambio de la misma a su contrario, sobre la posibilidad de que los
cristianos no católicos reciban la comunión únicamente en peligro de muerte,
sobre el sacerdocio y el celibato, y sobre otros artículos de la fe, el autor trata
de exponer con la claridad necesaria lo referente a la doctrina salvífica de la
Iglesia.