Casi nadie le conocía hasta ahora, pese a ser capaz de estar en dos sitios
distintos al mismo tiempo, leer el alma de las personas o profetizar el futuro.
José María Zavala nos descubre, con su acostumbrado rigor y amenidad, a
este misterioso fraile franciscano en un impresionante relato que provocará
en el lector a buen seguro un terremoto interior de ocho puntos en la escala
de Richter. Bautizado por Zavala como El Padre Pío español, dadas sus
sorprendentes semejanzas con el capuchino italiano canonizado por el papa
Juan Pablo II en 2002, el monje de Montalbán constituye hoy otro vivo
ejemplo del Evangelio. Su poder intercesor ha hecho posible, como sucedió
en su día con el Padre Pío, que algunas personas recobrasen la vida, los
ciegos viesen, los paralíticos caminasen o los incrédulos creyesen. Gracias
al autor, parapetado una vez más en un arsenal de documentos inéditos,
emerge así en estas páginas con todo su esplendor este enigmático
personaje de vida fascinante para asombro de una sociedad como la actual,
presa del positivismo y la desesperanza.