A un lado, un pájaro, listo e independiente, decidido a pasar el invierno boreal en la infinita llanura africana, como cada año. Al otro, un león de ojos azules como el mar y enrome corazón, instalado bajo el mismo árbol en el que se halla el nido del pájaro. Tras el recelo inicial, ambos empiezan a darse cuenta de que convivencia está llena de ventajas.