Gonzalo y Martina están jugando en lo alto del monte de Santiago
cuando ven aparecer unas naves venidas del norte. Rápidamente dan la
voz de alarma, pero ya es demasiado tarde. Junto a un nuevo amigo y algunos
caballeros, Gonzalo tendrá que hacer frente a los crueles vikingos.
Sorteará obstáculos y peligros mientras intenta poner a salvo la legendaria
cruz de Santiago, que otorga el poder de ser invencible a quien la
porta, por lo que será codiciada tanto por el ejército cristiano como por
los terribles normandos.