Con frecuencia los adultos no saben quE decir y alejan al niño de cual- quier escenario de dolor, para evitar que sufra. Es en ese momento cuando empieza a activarse la fantasIa infantil y se hacen muchas preguntas para las que, en general, no reciben respuesta: áPor quE lloran papá y mamá? áCuando volverá el abuelito? Yo no quiero irme al cielo, pero áquE puedo hacer para ver al abuelito? Para ir al cielo, áhay que morirse o ponerse malo? áHace daño morirse?