Catalina y Francisco viven una historia de amor no exenta de secretos. De hecho, ¿quién no los tiene? Han elegido Madrid para escribir sus propias vidas, formar una familia y sacar adelante el campo con el que cuentan a las afueras de la gran ciudad. Pero el destino, los malos amigos, las decisiones tomadas, los reveses de la existencia y aquello que no se ha dicho, pero que palpita en el interior de las mentes, van a poner a prueba la fortaleza de la pareja. Con un tono intimista y reflexivo, no exento de melancolía derramada sobre un tiempo y un país en el que todo cambia demasiado deprisa, para unos; y de forma muy lenta, para otros, la narradora, Mari Ángeles Mut de Ariza, nos cuenta el devenir de cinco generaciones de una familia y, al fin y al cabo, retrata con maestría y ambición los cambios que sufre Madrid entre mediados del siglo XIX y el mismo periodo del siglo XX. La capital de España es, sin duda, el gran personaje de esta novela, pero esa urbe fue construida con cientos de miles de detalles de vidas anónimas, cuya autora aquí reivindica, al tiempo que rememora las vicisitudes de los suyos, sie