Casarse hoy es ir a contracorriente. En el mundo actual el amor ha dejado de
ser el pilar sólido y seguro sobre el que construir la propia vida para
convertirse en algo líquido y cambiante que depende del capricho de las
emociones. Sin embargo, nosotros no hemos inventado el amor. En la
Sagrada Escritura se nos dice que Dios es amor. Por eso, amarse bien en el
matrimonio es amar como Dios nos ama, viendo a la otra persona en toda su
belleza, tal como el Señor la ha pensado, la ha creado y la ve. ¡Siempre con
ojos de enamorado! Qué gran misterio y qué consuelo para los esposos
saber que no se tienen que dar solo su amor, que es limitado y se agota,
sino el amor de Dios que habita en cada uno de ellos, un amor que no falla
ni se acaba nunca. Estas páginas están escritas para profundizar en lo que
es el verdadero amor siguiendo el rito del matrimonio católico, porque todo lo
que los esposos han de saber está dicho y hecho en la celebración de la
boda. Por eso en este libro, ¡nos vamos de boda!