MANGLANO CASTELLARY, JOSÉ PEDRO
Entender el abrazo de Dios nos permite caminar hacia una encarnación total de
la fe. ¡Basta de separar! ¡Basta de tener que elegir entre el mundo o Dios! ¡El
cristiano no tiene que elegir, sino que plenificar! Cuando el cristiano abraza el
mundo, lo plenifica. ¿No estamos viviendo la transfiguración de todo lo creado
al abrazarlo? Queremos ser del mundo, muy del mundo. Queremos ser del
Espíritu, totalmente empapados por él. Queremos vivir continuamente haciendo
lo que hagamos con toda el alma. Dios está haciendo ya, en nuestros días, en
nuestras casas, en nuestro mundo, el cielo nuevo y la tierra nueva. El Reino de
los Cielos ya está aquí. ¡La revolución está en marcha!