importante
no dar por supuesto que no necesitamos realizar ejercicios
de estimulación cognitiva. Resolver este tipo de ejercicios,
siempre será un acierto. Nos permitirá mantener nuestro intelecto
en óptimas condiciones. Será muy útil como prevención, cuando
los incorporamos como un hábito saludable, con el objetivo
de ampliar nuestra reserva cognitiva. Y aún más, a modo de rehabilitación,
cuando es necesario hacer frente a un deterioro cognitivo.
Este tercer volumen va destinado tanto para personas mayores
que no han tenido la posibilidad de cultivarse intelectualmente,
como para aquellas que, pese a haber tenido esa oportunidad,
padecen una enfermedad que va mermando su capacidad cognitiva.
Los 150 ejercicios que lo componen, tienen un nivel de dificultad
similar a los anteriores e inciden en diferentes áreas cognitivas:
atención, orientación, memoria, lenguaje, razonamiento
cálculo y práxias.
Por lo que se convierte en un eficaz instrumento que facilita el
ejercicio mental de una forma entretenida y variada.