Este libro constituye un material para hacer, el ejercicio, tradicional en la Iglesia, de la Lectio divina o lectura orante.
Así, vamos recorriendo con este ejercicio, todos los evangelios dominicales del año litúrgico en su ciclo A.
Se trata de ayudar a moverse interiormente, es un ejercicio a hacer por nosotros mismos. Y ese quehacer se explica como un proceso de alimentación espiritual: es masticar, rumiar, tragar, digerirà la Palabra de Dios. Lo habitual es que nos den la Palabra de Dios con su mensaje totalmente hecho por alguien. Como si fuésemos siempre bebés, sólo nos la dan ya masticada, como puré para tragar (tragar lo que nos dicen). Eso hace que muchas veces no la asumamos radicalmente y no produzca en nosotros sus maravillosos efectos.
Lo proponemos principalmente para que se realice en grupo o en pequeña comunidad, adquiriendo todo su carácter de Kairós cristiano, ya que así lo realizamos en la presencia misma del Señor «pues donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos» (Mt 18,20).
A